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Fracturas orbitarias


La órbita se encuentra entre los huesos faciales y los craneales, por tanto su reparación a veces debe hacerse por un equipo multidisciplinar de oftalmólogos, neurocirujanos, cirujanos maxilofaciales y otorrinolaringólogos.

Los huesos de la órbita están unidos por medio de líneas o suturas. Estos puntos de unión se fracturan más fácilmente ante un traumatismo.

También existe un grado de dureza diferente según las paredes orbitarias.

Así la pared más interna o medial es más frágil que la superior o la lateral.

Pasa lo mismo con la pared inferior de la órbita.

Estas dos paredes no aportan rigidez al esqueleto facial y su fractura a veces no es necesario corregirla, salvo que produzca alteraciones en la órbita.

Por tanto ante un traumatismo o fractura ósea orbitaria debemos plantearnos si es necesario corregirla o no por el riesgo de complicaciones que también puede presentar su corrección.

Ante un traumatismo siempre debemos preguntarnos su origen y velocidad de impacto.

Los indicadores para la corrección serán los siguientes:

  • Riesgo de daño al nervio óptico
  • Visión doble (diplopia) por afectación de los músculos extraoculares
  • Enoftalmos: ojo hundido con una diferencia respecto al otro considerable > de 2 mm
  • Alteraciones en la anatomía facial o craneal

Así tendremos algunas fracturas que no precisarán cirugía, sobre todo las mediales e inferiores que no cumplan estos requisitos.

La cirugía orbitaria se realiza con anestesia general.

El paciente debe saber que durante la cirugía, existe un riesgo de daño permanente de su función visual, aunque es un riesgo muy pequeño. Consentimiento informado

Neuropatía óptica traumática

El daño al nervio óptico puede ser directo o indirecto (por onda expansiva, tracciones, lesiones en la frente, por esquirla, etc.)

El tratamiento debe ser precoz. Se analizará mediante resonancia o escáner el alcance de la lesión.

Se trata al paciente con dosis altas de esteroides hasta su entrada en el quirófano.

El abordaje en esa zona a veces precisa la intervención de otros especialistas.

El paciente debe saber que aquí existe un riesgo mayor de pérdida de visión intraquirúrgica.

Fracturas de la base de la órbita y pared medial.

Son fracturas muy frecuentes originadas por puñetazos sobre el ojo, pelotazos de tenis, etc. Todos aquellos traumatismos originados por una fuerza contusiva recibida frontalmente sobre el globo ocular.

Al producirse esta, el globo ocular, más blando y depresible origina una fuerza sobre su pared medial e inferior, más débiles que la lateral y superior, rompiéndolas.

Fracturas orbitarias 1
Fracturas orbitarias 2
Se observa fractura base de órbita en el lado izquierdo

Estas fracturas sólo las corregimos ante los indicadores de corrección arriba planteados.

Las fracturas de la base deberían ser tratadas precozmente en las dos primeras semanas, antes de que los procesos de cicatrización creen fibrosis importantes.

Si el paciente refiere visión doble, le vigilaremos con visitas a los 5-7 días para evaluar si su músculo está sólo paralizado por el golpe o atrapado por la fractura.

A veces realizamos test de tracción del globo ocular, se realiza con anestesia tópica y unas pinzas, para determinar si el músculo está atrapado.

Si la diplopia persiste reevaluaremos a la semana y decidiremos qué hacer en función de las molestias del paciente. No olvidemos que una pequeña diplopia en posiciones extremas de la mirada, es compatible con la vida normal del paciente y su cirujano oculoplástico puede decidir no operarle, para eliminar un mayor riesgo.

Con el enoftalmos también haremos lo mismo, reevaluar para comprobar que su globo ocular está realmente hundido.

Las fracturas de las paredes mediales (etmoidales) de la órbita no se corrigen, ya que se trata de pequeños huesecillos muy difíciles de manipular.

En cambio si la pared inferior tiene una gran fractura que provoca ese enoftalmos, se decidirá la cirugía.

Otro síntoma que pueden padecer es la anestesia de la región palpebral inferior y zona lagrimal. Esto se debe a que en esa zona emerge del hueso el nervio infraorbitario que recoge sensibilidad de todo el párpado inferior. Una fractura inferior puede dañarlo y generar alteraciones de la sensibilidad ya sea en forma de anestesia, parestesias (calambres) o dolor.

Los objetivos de la cirugía son:

  • Restaurar el volumen orbitario normal
  • Liberar los músculos atrapados

La cirugía se practica con anestesia general. Pueden intervenir otros especialistas dependiendo de la complejidad.

El abordaje para las fracturas inferiores es por debajo de las pestañas, o por dentro del párpado. Desde allí se llega a la órbita inferior, liberamos la grasa y músculo atrapado y se coloca una placa ya sea de material biológico o artificial. Después se cierra por planos.

Fracturas orbitarias 3 Fracturas orbitarias 4
Comprobando si existe atrapamiento

Además se le debe tratar con antibióticos y esteroides así como analgesia.

El paciente deberá permanecer ingresado 24-48 horas. El restablecimiento suele ser rápido.

Son raros los casos de extrusión del implante.

En las fracturas mediales el abordaje es por la carúncula y similar al anteriormente descrito.